El 4 de abril, El Salvador creó el multisectorial Comité Nacional de Salvaguardas, con el cual busca "construir una sociedad más resiliente y sostenible para afrontar los efectos generados por el cambio climático", informó el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
El consejo está integrado por representantes de instituciones gubernamentales, sectores agropecuarios, cooperativas, comunidades indígenas y sociedad civil, detalló la fuente en un comunicado.
El Comité Nacional tendrá como finalidad “unificar esfuerzos multisectoriales para la conservación y protección del medioambiente, como parte de la Estrategia Nacional de Restauración de Ecosistemas”, implementada desde junio de 2016.
Asimismo, constituye una herramienta a través de la cual El Salvador traza su intervención para reducir los efectos del cambio climático, considerando las condiciones de vulnerabilidad ambiental en las que se encuentra su territorio.
El comité también fomentará el cambio en las prácticas agrícolas que garanticen la seguridad alimentaria de la población; conserven y mejoren la calidad de los mantos acuíferos, restablezcan la fertilidad de los suelos y reduzcan los niveles de riesgo frente a eventos climáticos extremos, agregó la fuente.
La Estrategia Nacional de Restauración de Ecosistemas, con enfoque de Mitigación basada en Adaptación, “está siendo concebida en El Salvador a partir de los aportes y las buenas prácticas que las comunidades en los diferentes territorios realizan, desde ya, en el tema de la adaptación al cambio climático”.
El Salvador forma parte de los países que durante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-16) adoptaron el compromiso de implementar el sistema de salvaguardas, vinculado a los derechos humanos, la protección ambiental y al fortalecimiento de la gobernabilidad.
Con el nuevo Comité Nacional de Salvaguardas, El Salvador fortalecerá una red constituida por entidades públicas, asociaciones, pueblos indígenas y otros actores, para afrontar el cambio climático, fomentando el cambio en las prácticas agrícolas hacia formas de producción agroforestales que garanticen la seguridad alimentaria de la población.
También se logrará la conservación y mejoramiento de la calidad de los mantos acuíferos, el restablecimiento de la fertilidad de los suelos que a la vez reduzcan los niveles de riesgo frente a eventos climáticos extremos.