Representantes de 24 países y la Unión Europea han llegado a un acuerdo para que el mar de Ross, en la Antártida, se convierta en la mayor reserva marina protegida del mundo.
El área cubre un millón y medio de kilómetros cuadrados del océano Antártico y estará resguardada de la pesca durante los próximos 35 años.
"Por primera vez, los países han dejado de lado sus diferencias para proteger una amplia zona del Océano Antártico y las aguas internacionales", dijo Mike Walker, director del proyecto de la Alianza del Océano Antártico. Rusia, que se había opuesto a la medida durante años por los derechos de pesca, fue el último en ceder al acuerdo, después de que China diera su brazo a torcer el año pasado.
El acuerdo ha sido sellado por la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) en la reunión anual de Hobart. Los encuentros tenían el fin de analizar las propuestas sobre la creación de tres áreas marinas protegidas, que en total abarcarían más de cinco millones de kilómetros cuadrados en aguas antárticas.
"La propuesta ganadora requiere algunos cambios con el fin de obtener el apoyo unánime de los 25 miembros de la CCRVMA y que el acuerdo final incluya un equilibrio entre la protección marina, la pesca sustentable y los intereses científicos", señaló Murray McCully, ministro de Exteriores de Nueva Zelanda.
El mar de Ross es uno de los últimos ecosistemas marinos intactos en el mundo, hogar de pingüinos, focas, bacalao antártico, y ballenas. El acuerdo valora a este área como un lugar fundamental para el estudio de los ecosistemas marinos y comprender los efectos del cambio climático en los océanos.
Con información de El País