Semana Mundial del Agua se celebra en Estocolmo del 28 de agosto al 2 de septiembre bajo el lema "El agua para un crecimiento sostenible"
En el evento de toda la semana se prevé que más de 3.000 expertos, investigadores, emprendedores y profesionales del sector de más de 120 países planteen soluciones para afrontar el que se ha calificado como el problema más importante para los próximos años para la supervivencia humana.
Los participantes intentan en Suecia buscar soluciones para un “uso responsable y sostenible del agua” ante las repercusiones que puede tener el cambio climático en las economías mundiales, y que está llevando a millones de personas a buscar mejores condiciones de vida, con el agravante de huir de los conflictos armados sobre todo en regiones de África, Asia y Oriente Medio.
Para tener una perspectiva más amplia de los problemas que deberán tratar los expertos en esa reunión hay que tomar en cuenta, por ejemplo, datos como que África, que es uno de los continentes de donde más gente busca huir, afronta una pobreza extrema y ha logrado un desarrollo desigual en cuanto al cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM).
Así, según datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (ONU-DAES) de 2012, “el África septentrional y el África subsahariana presentan distintos niveles de progreso hacia los ODM relativos al agua”.
Mientras el norte del continente contaba con un 92 % de cobertura y un ritmo de progreso que permitiría lograr el 94 % antes de 2015, la zona subsahariana representa el lado opuesto con un 61 % de cobertura y con un ritmo de progreso que no le permitiría lograr el 75% necesario para que la región cumpla con los objetivos fijados, según ONU-DAES.
Eso se traduce según datos de 2015 del Programa de Monitoreo Conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con UNICEF que en el África subsahariana, 427 millones de personas hayan logrado el acceso al agua potable durante el periodo abarcado por los ODM -un promedio de 47.000 personas al día durante 25 años.
En América Latina y el Caribe, -la región con mayor disponibilidad de agua por persona en el mundo, el 35 por ciento de todas las reservas de agua dulce y un 9 por ciento de la población mundial-, según datos del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento de la Agencia española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), hay 85 millones de personas que no tienen acceso a agua potable.
Y otras 115 millones de personas carecen de saneamiento en esta región, que debe afrontar graves problemas como la deforestación, los efectos del cambio climático y la mala distribución y gestión del agua.
En Asia, según cifras de 2015, la cobertura en la zona oriental se incrementó en 27 puntos porcentuales y superó la meta de los ODM, pues solamente en China más de 500 millones de personas lograron acceso a agua potable.
En Asia meridional y Asia sudoriental el acceso al agua se incrementó en un 20 % y un 19 %, respectivamente, por lo que esas regiones alcanzaron la meta de los ODM. Sin embargo, y a pesar de que el informe de la OMS es positivo en los logros realizados desde 1990, año en el que se fijaron los objetivos, hay aún 663 millones de personas en el mundo sin acceso a fuentes de agua mejorada.
Además, según índices de 2015 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 80 % de las aguas residuales mundiales no reciben un tratamiento adecuado para evitar la contaminación y la propagación de enfermedades, una situación que perjudica sobre todo a los países menos desarrollados.