Las energías renovables (principalmente la hidroeléctrica, la eólica y la solar) han contribuido casi a la mitad de la nueva energía generada en 2014 y se han convertido en la segunda fuente mundial de electricidad, después del carbón, según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
"Las renovables han salido del 'nicho' y son ya una fuente convencional de energía", ha asegurado el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Fatih Birol. "El 60% de las inversiones en el mundo están destinadas a las renovables, pero los subsidios a las energías fósiles llegaron a 490 mil millones de dólares en el año 2014, por lo que no existe todavía una competencia justa".
Al ritmo actual, las energías renovables superarán al carbón (responsable aún del 29% de la matriz energética global) a principios del 2030. "Vamos por buen camino, pero aún hace falta un cambio de dirección", advirtió Birol, a falta de tres semanas para la Conferencia del Clima de París (COP21) y ante los compromisos que reflejan un insuficiente recorte de emisiones, que significaría un aumento global de las temperauras de 2,7 grados.
"Los líderes mundiales necesitan acelerar la transformación del sector energético", reconoció el director ejecutivo de la AIE. "La diferencia entre una subida de temperaturas de 2,7 grados o de 2 grados centígrados no significa que podamos cambiar de chaqueta para adaptarnos... La diferencia puede tener un grave impacto para todos nosotros".
El informe de la AIE prevé una caída de la exploración y producción de petróleo del 20% a lo largo de 2015. Aun así, la era del petróleo barato (a 50 dólares el barril) se extenderá previsiblemente hasta finales de la década. "No es un momento para relajarse, sino todo lo contrario", destacó Fatih Birol. "Un período en que los precios del petróleo son bajos es la ocasión ideal para reforzar nuestra capacidad para hacer frente a las amenazas contra la seguridad energética".
El informe mundial certifica el final del boom energético en China y destaca la transición llevada a cabo en el país en al última década. Pese al importante peso específico del carbón, China ha puesto en marcha el mayor programa de eficiencia energética del mundo, ha dado un gran impulso a la energía solar y ha apostado simultáneamente por la energía nuclear (en un camino contrario al emprendido por países como Japón y Alemania en el último año).
La AIE destaca el efecto que la competitividad de los paneles solares ha tenido en países como México o Indonesia, o en el Africa subsahariana. La gran incógnita sigue siendo India, que en el 2022 sobrepasará a China como el país más poblado del mundo. La dependencia excesiva del carbón y del petróleo (con su flota obsoleta de vehículos diésel) pueden entorpecer los esfuerzos de India para recortar las emisiones, pese a proyectos ambiciosos como el primer aeropuerto solar del mundo en Cochin (Kerala), que se autoabastecerá con más de 45 mil paneles solares.
Tomado de El Mundo (España)