México proyecta cuadruplicar su capacidad en el área de la energía eólica en un plazo de tres años prácticamente en todas las regiones, como parte de un plan gubernamental de sumar 20 gigawatts de energía limpia para 2030, informó la Asociación de Energía Eólica de México.
En los próximos 25 años se agregará un total de 22 gigawatts de energía eólica, lo cual requerirá una inversión de 46 mil millones de dólares. La ofensiva eólica se debe a dos tendencias convergentes: el cambio histórico de México de monopolio energético controlado por el Estado, y sus esfuerzos por transformar una red eléctrica que depende de los combustibles fósiles para generar tres cuartos de la electricidad del país.
México es el principal productor de crudo de América Latina y el 10° productor mundial de emisiones de gases de efecto invernadero. Fue el primer país en desarrollo que presentó su plan para reducir las emisiones de carbono ante una conferencia de Naciones Unidas en París que tendrá lugar en diciembre, donde se espera que 200 países firmen un acuerdo para combatir el cambio climático.
México se comprometió a reducir en un 22% sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. La mayor utilización de energía renovable reducirá en un 45% la generación de electricidad con combustibles fósiles.
"Hay una política nacional clara en relación al cambio climático", señaló Alejandro Peraza, director general de la Comisión Reguladora de Energía, ente regulador de la energía en el país. "Vamos en la dirección de una economía con bajo consumo de carbono".
La economía mexicana crecerá 2,4% en 2015, según Bloomberg News. El gobierno prevé que la demanda de energía aumentará 4% anual en la próxima década. Ese crecimiento será impulsado por el cambio hacia las energías renovables, que crecerán hasta 51% de la capacidad instalada total en 2040, en comparación con 14% en la actualidad, según New Energy Finance. La mayor parte provendrá del viento, en parte debido a que los impuestos sobre las importaciones hacen subir los costos de la energía solar.
Para facilitar esa transición, el gobierno proyecta llevar a cabo subastas anuales de energía, en tanto la primera está prevista para marzo. Los productores de electricidad recibirán certificados por cada megawatt/hora de energía limpia que generen, y venderán certificados a 20 años a través de subastas a grandes usuarios de electricidad.
En 2018, los grandes consumidores deberán recibir un 5% de su electricidad de fuentes limpias. El gobierno también emitió una resolución en 2012 destinada a obtener 35% de la energía nacional de fuentes que no sean combustibles fósiles para 2024, en comparación con un 21% en la actualidad.
Quienes no cumplan la resolución podrían recibir multas de hasta 200 dólares por megawatt/hora consumido, según Peraza. Posiblemente a los grandes usuarios industriales se les exigirá adquirir certificados de energía limpia en el mercado al contado.
Las compañías de electricidad están ansiosas por dar el salto al mercado de la energía limpia mexicano en cuanto se completen las normas para las subastas y los certificados, según Adrián Escofet, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica. Se espera que esas políticas sean emitidas este mes.
Gauss Energía, una compañía con sede en Ciudad de México que es propietaria del parque solar más grande del país, proyecta registrar proyectos energéticos por 100 megawatts para la subasta de marzo.
"Este es un momento importante para acelerar el desarrollo de la energía eólica" en México, dijo Angélica Ruiz Celis, gerente general de Vestas Wind Systems A/S para el país, donde el mayor proveedor de turbinas tiene una capacidad de 1 gigawatt o está en vías de construcción. "México es un mercado clave para Vestas".
Con información de Economía Hoy