A cinco meses de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) en París, diversos países han presentado sus contribuciones nacionales (INDCs) para reducir los gases de efecto invernadero de acuerdo a sus realidades.
Las Contribuciones Nacionales Determinadas (INDCs, por sus siglas en inglés) son compromisos que los países presentan para reducir los gases de efecto invernadero de acuerdo a sus realidades, a través de acciones de mitigación. Pueden incluir también compromisos en adaptación, financiación, desarrollo de capacidades y transferencia tecnológica.
China se ha comprometido a reducir sus emisiones de CO₂ por PBI entre el 60% y 65% frente a los niveles registrados en el 2005, así como incrementar un 20% los recursos de energía no combustible al 2030.
La publicación de los INDCs de China se realizó el 30 de junio, a pocos días de la cumbre Unión Europea - China, en donde ambas partes se firmaron una declaración conjunta con compromisos en la lucha contra el cambio climático.
Por su parte, Corea del Sur se ha comprometido a reducir 37% sus gases de efecto invernadero, basándose en un escenario Business As Usual. Según el documento de presentación de su Contribución Nacional Determinada (INDC), el país ha hecho continuos esfuerzos para impulsar la lucha contra el cambio climático y seguirá fortaleciendo su trabajo para conseguir el objetivo del 2030.
En lo que se refiere a Islandia, en su INDC se compromete a limitar sus Gases de Efecto Invernadero en 40% al 2030 en comparación con los niveles de 1990, una responsabilidad que será asumida de la mano con los acuerdos que se desarrollen con la Unión Europea y sus Estados miembros, y que considera es ambiciosa, justa y transparente en cuanto a su esfuerzo se refiere.
El aporte islandés plantea dentro de sus objetivos la participación continua en el Esquema de Emisión de la UE relacionadas al comercio y los sectores de aplicación de su plan de mitigación para la reducción de GEI están principalmente centrados en energía, procesos industriales, uso de productos, agricultura, uso de la tierra y silvicultura.
Asimismo, Serbia ha planteado reducir 9,8% de su Gases de Efecto Invernadero al 2030 en comparación con el nivel registrado en 1990. Para lograr la meta, indica que finalizará su plan de acción de frente al cambio climático en el 2017, el cual definirá con mayor precisión las actividades, métodos y plazos. Además, indicó también que los impactos del cambio climático afectan con mayor grado a su agricultura, hidrología (en especial los ríos), sector forestal, salud humana y biodiversidad. Serbia ha señalado también que, desde el 2000, los daños causados por eventos climáticos extremos superan los 5 mil millones de euros, y que más del 70% de los eventos fueron asociados a sequías y temperaturas altas, la segunda causa siendo las inundaciones.
Finalmente, la contribución de Singapur apareció publicada en la página de UNFCCC el 3 de julio. Sus INDCs indican su intención de reducir su intensidad de emisiones en un 36% desde los niveles de 2005 para 2030, y estabilizar sus emisiones con el objetivo de alcanzar un máximo en torno a 2030.
El acuerdo de París entrará en vigor en 2020 y servirá para empoderar a todos los países para que actúen con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados. El acuerdo servirá además para aprovechar plenamente las muchas oportunidades que presenta la necesaria transformación global hacia un desarrollo limpio y sostenible.
Con información de ConexiónCOP