La Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), realizada el 10 y 11 de junio en Bruselas, sirvió para reforzar las relaciones entre ambos continentes. Asimismo, los Jefes de Estado y de Gobierno destacaron el trabajo conjunto en la lucha contra el cambio climático y en favor del desarrollo sostenible en ambas regiones.
La cumbre se celebró bajo el lema: «Modelar nuestro futuro común: trabajar por unas sociedades prósperas, cohesivas y sostenibles para nuestros ciudadanos». Es la segunda cumbre bajo el formato UE-CELAC y la octava entre ambos continentes.
En su discurso de apertura, el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, destacó que ambas regiones están entre las más interconectadas del mundo, tanto por asuntos de cooperación, diálogo político o comercio.
Asimismo, el Presidente Juncker destacó el trabajo conjunto de Europa, América Latina y el Caribe en la lucha contra el cambio climático. "No tendremos ninguna excusa si no somos capaces de hacer frente a los desafíos globales juntos. Nuestro planeta y nuestros ciudadanos exigen de nosotros", declaró.
Por su parte el Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, destacó en la conferencia de prensa al final de la Cumbre que los países de América Latina y el Caribe son muy vulnerables al cambio climático. "Esa es una razón por la que las conversaciones de París a finales de este año tienen que tener éxito y por qué la UE seguirá apoyando a la región a través de su programa EUROCLIMA", indicó.
Trabajo conjunto para lograr un acuerdo global
Juncker subrayó la importancia de lograr un acuerdo global durante la próxima Conferencia de las Partes contra el cambio climático (COP21), que se realizará en París en diciembre del 2015: "La lucha contra el cambio climático requiere un acuerdo global vinculante, ambicioso y dinámico de la cumbre de París. Perú nos ha puesto en el camino para esto, y en París tenemos que cumplir. He mencionado a nuestros hijos. Este es el mejor legado que podemos dejar a las generaciones futuras", señaló.
"También nos comprometemos a mantener nuestra fructífera cooperación en materia de cambio climático, abordando, la mitigación, la adaptación y la promoción de la energía limpia a través del programa EUROCLIMA", puntualizó el Presidente de la Comisión Europea, antes de señalar la importancia de unir fuerzas para establecer una nueva agenda de desarrollo post-2015.
Futura cooperación en cambio climático
Asimismo, durante la Cumbre la Comisión Europea anunció la cooperación con el continente para los próximos años. La próxima cooperación con América Latina y el Caribe estará orientada a apoyar el desarrollo sostenible (por unos 230 millones de euros, con la lucha contra el cambio climático como uno de sus principales ejes), la inversión y a la actividad empresarial (por 118 millones) y un nuevo programa para la región del Caribe (por 346 millones de euros), de aquí al año 2020. En conjunto, las tres modalidades representan un total de casi 700 millones de euros.
Entre los principales acuerdos adoptados, se ha creado un Mecanismo para la Cooperación y la Asociación Internacional que ayudará a consolidar la cooperación sur-sur entre los países latinoamericanos y caribeños y promoverá la cooperación conjunta. Este programa contará con una contribución europea de 12 millones de euros, que serán dedicados a mejorar la elaboración y la aplicación de las políticas públicas que tienen una repercusión directa en la reducción de la pobreza.
Como parte de la cooperación con el Caribe, se anunció la signación de 61,5 millones de euros para mejorar la resistencia regional a los impactos del cambio climático y los desastres naturales, apoyar la capacidad regional para el uso sostenible de los recursos naturales, promover la eficiencia energética y las energías renovables. Este financiamiento forma parte de la estrategia conjunta de cooperación de la UE con el Caribe, lanzada en 2012.
También se ha lanzado Línea de Crédito para el Banco de Desarrollo del Caribe, que dedicará 3 millones de euros en forma de asistencia técnica para promover y financiar proyectos de infraestructura en el Caribe en sectores como la mitigación del cambio climático, la energía, el transporte, el agua y el saneamiento, y la capacidad de recuperación. La asistencia técnica sreá financiada a través del Mecanismo de Facilidad de Inversión para el Caribe (CIF, por sus siglas en inglés) y apoyará a los países miembros en la preparación y seguimiento de nuevos proyectos.
Asimismo, figura también un proyecto dedicado a incrementar la resiliencia a los impactos negativos del cambio climático en Bolivia, para el que se ha previsto una contribución europea de 12 millones de euros.