Aprender de las experiencias, intercambiar lecciones, compartir iniciativas innovadoras, son acciones fundamentales para ayudar a acelerar las acciones de lucha contra el cambio climático.
11 de marzo, 2021. Bruselas, Bélgica. Aprender de las experiencias, intercambiar lecciones, compartir iniciativas innovadoras, son acciones fundamentales para ayudar a acelerar las acciones de lucha contra el cambio climático. Por este motivo, el Programa EUROCLIMA+ implementó su propio Pabellón en la COP25 Madrid/Chile, logrando reunir más de 200 conferencistas de una treintena de países, y congregando un millar de personas como público durante dos semanas.
Programas como EUROCLIMA+ son relevantes a la hora de trazar puentes entre los continentes, países e instituciones, apoyando las políticas públicas y articulando actores y experiencias sobre el territorio. A lo largo de las 43 sesiones allí desarrolladas, se discutieron, analizaron y elaboraron conclusiones y recomendaciones útiles para los países de América Latina y el Caribe.
- Hubo un eje central: la necesidad de contar con todos los actores, sectores y niveles de actuación en las medidas de lucha contra el cambio climático. Para avanzar en esa dirección, se hace necesario impulsar canales de participación adecuada y mecanismos de coordinación entre los actores.
- El Acuerdo de Escazú se ha enfatizado como un mecanismo clave a tener en cuenta en la región para informarse, y así proteger los territorios más afectados, su biodiversidad y las comunidades que allí residen.
- La necesidad de un desarrollo legislativo sobre cambio climático al más alto nivel en la jerarquía normativa, que tenga la garantía de permanencia y la visión a largo plazo, fue otro de los puntos destacados.
- Los sectores de la energía y el transporte son centrales para avanzar en la descarbonización de las economías latinoamericanas. Los países de la región así lo han asumido en sus políticas públicas.
- Las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) reciben solo un 3% del financiamiento climático, aunque aportan un tercio de la solución para recuperar y preservar los sumideros de carbono, y contribuyen a la vez a adaptarnos a las consecuencias del calentamiento global.
- La producción de alimentos, la resiliencia de las comunidades locales y la gestión de riesgos son tres componentes que estuvieron presentes a lo largo de diferentes paneles celebrados en el Pabellón, mostrando que están íntimamente relacionados a la hora de trabajar por la adaptación al cambio climático en la región.
- Las acciones concretas en el territorio deben tener en cuenta a las ciudades y a la ciudadanía. El 70 % de la población latinoamericana es urbana y también el 70 % de las emisiones de la región están asociadas a las ciudades. El ordenamiento territorial permite orientar la urbanización de la ciudad con criterios de sostenibilidad ambiental y de inclusión social.
- El reto, a fin de cuentas, es transformar nuestras economías y redefinir el largo plazo teniendo en cuenta el marco de la Agenda 2030 y del Acuerdo de París. La inversión pública y privada son elementos clave para este cambio en los procesos productivos que logren un modelo bajo en emisiones, resiliente e inclusivo para toda la población.
En el marco de la actual crisis sanitaria mundial, y considerando las acciones a tomar en la COP 26 de cara a la emergencia climática, las conclusiones de los eventos realizados en el Pabellón de EUROCLIMA+ en la COP25 son de especial relevancia para diseñar las prioridades sobre las que mantener diálogos estratégicos el próximo mes de noviembre en Glasgow.
La exitosa experiencia del Pabellón ha motivado a la Comisión Europea a proponer su replicación en la COP26 de Glasgow, invitando una vez más a los países de América Latina y el Caribe a reunirse para discutir y avanzar junto a la Unión Europea para avanzar hacia un mundo mejor, sostenible y resiliente, en el marco de una recuperación sustentable que no deje nadie atrás.
Sobre EUROCLIMA+
EUROCLIMA+ es el programa insignia de la Unión Europea de cooperación con América Latina, financiado por la Unión Europea y cofinanciado por el gobierno federal de Alemania a través del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), así como por los gobiernos de Francia y España. Su objetivo es reducir el impacto del cambio climático y sus efectos en la región, promoviendo la mitigación y adaptación al cambio climático, la resiliencia y el financiamiento climático.
Se implementa en 18 países de América Latina y el Caribe bajo el trabajo sinérgico de siete agencias: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Deutsche Gesellschaftfür Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, Expertise France (EF), Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente.
Mayor información:
Guillermo Dascal, experto en cambio climático
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