Caty Arévalo.- Lima (EFEverde).- La Cumbre del Clima de París 2015 "tiene que establecer un plan, con unas reglas claras a largo plazo para descarbonizar la economía de aquí a 2050", subraya la embajadora para el Cambio Climático de Francia y representante especial para la COP21, Laurence Tubiana.
En una entrevista con Efe celebrada en Lima, Tubiana resalta que “lo importante” del futuro acuerdo global de lucha contra el cambio climático no es tanto que sea un acuerdo legalmente vinculante como que constituya “un plan de acción a largo plazo”.
“Queremos establecer unas reglas para los próximos treinta años, de 2020 a 2050, con unos compromisos revisables y mejorables periódicamente, pero al fin y al cabo una disciplina que nos conduzca a la descarbonización de la economía, ahí estriba para nosotros el éxito del acuerdo de París“, explica.
La representante especial para la COP21 argumenta que a la hora de materializar ese acuerdo jurídicamente existen “varias herramientas y espacios”.
“No es que yo no crea que -el acuerdo de París- no tiene que ser jurídicamente vinculante, pero hay varias opciones que podemos combinar para buscar para que los países se sientan obligados a hacer cosas”.
Tubiana, profesora de la Universidad de Columbia y fundadora de uno de los Think Tank europeos más relevantes en materia de cambio climático, el IDDRI, considera que la Cumbre de París 2015 será un éxito “si todo el mundo piensa que el acuerdo es inevitable”.
Errores a evitar
La delegación que encabeza y que liderará la reunión ha tomado buena nota para no repetir los errores de Copenhague, donde se tornó imposible alcanzar un tratado global de lucha contra el calentamiento.
Para ello, Tubiana remarca que, además, “que hay que entender que cada país posee una idiosincrasia, unas relaciones internacionales y unas referencias diferentes”.
“El mundo ha cambiado mucho desde la reunión de Dinamarca, y el acuerdo no lo pueden tomar un reducido grupo de países poderosos en una sala; en París el Norte y el Sur se sentarán en la mesa a negociar al mismo nivel”.
Para promover que esto sea así, Francia ha generado una metodología de trabajo pionera entre cumbres por la que el equipo de Lima preparará la reunión de París con la delegación francesa y colaborará con ellos hasta el final.
“Habrá muchos lazos entre los dos equipos, el peruano y el francés, y esto es importante porque será una ruta elaborada por dos países muy distintos”.
Tubiana incide en la necesidad de “acelerar el proceso de negociación para no llegar tarde a París, como ocurrió en Copenhague”, y, en ese sentido, hará lo posible para que el borrador de acuerdo que llegue a la reunión negociadora de junio de 2015 esté “muy avanzado”.
Aunque reconoce sentir sobre sus hombros la presión y la responsabilidad de que los países juegan la última partida en la capital francesa para resolver este problema cuenta con la confianza de que “los gobiernos y sus equipos negociadores, están más preparados que en Copenhague”.
“La sociedad civil reclama un acuerdo, los alcaldes, los gobernadores regionales… todo el mundo piensa que ya es el momento”, reitera.
“La economía baja en carbono es inevitable, deseable y supone una fantástica oportunidad, y en París vamos a tratar de conseguir un acuerdo que acelere la innovación a precios más bajos y produzca un cambio tecnológico definitivo”, subraya.
La embajadora también considera fundamental que la financiación para la adaptación a los efectos del calentamiento quede bien concretada en ese acuerdo, y se lamenta de que “haya países que todavía no vean la importancia y la magnitud del reto que supone”.
“Lograr un acuerdo en París para descarbonizar la economía es factible, y los países deben de percibir que vamos a establecer una disciplina para siempre”, concluye.
Noticia tomada de EFEverde
Fotografía EFE/Paolo Aguilar
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