Maritza Jadrijevic, Coordinadora del Área de Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo de Capacidades, Ministerio de Medio Ambiente de Chile: "El proyecto de Ley de Cambio Climático de Chile se encuentra actualmente en el Congreso Nacional para su discusión".
¿Cómo ha sido el proceso de elaboración de la Ley de Cambio Climático de Chile?
El proceso de la ley empezó en julio de 2018, con un lanzamiento de alto nivel. El presidente de la república anunció que se iba a iniciar este trabajo, y que el diálogo ciudadano iba a ser muy importante.
Desde entonces se desarrolló un trabajo muy intenso convocando a los distintos actores, para que formaran parte desde el inicio del proceso de elaboración de la ley, con las primeras ideas. Antes de tener un anteproyecto o ideas concretas, se hizo el diálogo en cada una de las regiones: con ciudadanos y con autoridades políticas.., a distintos niveles.
Con estos diálogos construimos un anteproyecto y luego lo sometimos a consulta pública, que es un proceso formal que lleva un tiempo establecido, y que tiene todo un proceso de registro de las observaciones que luego se sistematizan, y se incorporan, en la medida de lo posible, en el proyecto definitivo. Las respuestas a todas las observaciones recibidas, ya sea que se hayan incorporado o no, se publican en la página web del Ministerio del Medio Ambiente.
Ha sido entonces un proceso muy interesante, en el que la ciudadanía ha podido realmente aportar mucho, con muy buenas ideas y manifestando las prioridades que ellos ven que deberían ir en una ley de cambio climático.
Luego del análisis de las observaciones de la consulta pública se elaboró un proyecto de ley, que fue aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y actualmente se encuentra en el Congreso Nacional para su discusión.
¿Cuál ha sido la acogida de este proceso de consulta entre la ciudadanía? ¿Qué opiniones habéis recibido acerca de cómo se ha desarrollado y su importancia de cara a contar con una ley construida con la participación de la ciudadanía?
Esta es una ley marco que pretende, principalmente, definir la institucionalidad, cómo va a funcionar, quiénes son los responsables, y cuáles van a ser los instrumentos que se emplearán para la gestión del Cambio Climático, por ejemplo: si vamos a tener planes sectoriales o regionales, si vamos a tener una estrategia a largo plazo entre otros. Eso es lo que la ley pretende, y la ciudadanía puso mucho énfasis en la descentralización, de que la gestión también se pueda hacer a nivel regional y local. Y el proyecto de ley incorpora a los comités regionales de cambio climático como una instancia de toma de decisiones a nivel de la región, en la cual también están representados los municipios.
Por otra parte tambien se manifiestó en todas partes del país una gran preocupación por el tema del agua, debido el problema de la larga e intensa sequía que hemos tenido. Querían que la ley pudiera dar una respuesta de alguna manera, a asegurar el recurso hídrico, por lo menos para el consumo humano y las principales actividades del país. Entonces en el proyecto de ley tambien recogió el tema del agua.
Por tanto, sí que se han ido recogiendo estas demandas ciudadanas en una parte importante.
¿Cómo habéis visto que este proceso de elaborar una ley sirve para abordar la problemática del Cambio Climático?
En realidad todo este proceso de diálogo anticipado, y después de diálogo formal en la consulta pública, nos ha permitido precisamente sensibilizar. Y la gente agradecía mucho eso, decían “nosotros queríamos saber de cambio climático”. Ha sido una buena forma, porque no sólo íbamos a hablar de la ley, sino que instalábamos el tema primero con una introducción y con una discusión, que les permitía entender el problema y cómo les tocaba a ellos. Esto fue muy importante desde el punto de vista de la difusión del tema cambio climático, de la sensibilización, ...y la gente se interesó mucho por el problema y por la posibilidad de participar de la solución.
A nivel político, ¿por qué el Ministerio de Medio Ambiente de Chile decidió elaborar esta ley, y que referencias o estrategias de otros contextos la han inspirado?
Nosotros empezamos a trabajar en la ley porque habíamos avanzado mucho en cambio climático, pero en una forma un tanto “voluntaria”, que dependía mucho de la voluntad política de las autoridades de turno, tanto a nivel nacional, como a nivel regional o sectorial. Ya cuando llevábamos muchos avances, vimos la necesidad de formalizar todo eso, para evitar sufrir retrocesos por los cambios políticos, o por diversos motivos. Entonces la ley venía a asentar una institucionalidad y una forma de trabajo, que ya estaba en camino, y de instalar eso y mejorarlo con la ley.
¿Cómo ha sido el apoyo de la cooperación internacional para este proceso de elaboración de la ley?
Durante el proceso de elaboración tuvimos un apoyo muy fuerte de EUROCLIMA+, a través de FIIAPP, sobre todo en la fase de participación ciudadana: nos apoyaron mucho en los diálogos anticipados, así como durante la consulta pública; nos permitieron también hacer intercambios con otros países, algo también muy importante porque necesitábamos conocer un poco la experiencia de otros países, que habían trabajado en leyes de cambio climático. En esta plataforma de EUROCLIMA+ ya existía la posibilidad hacer intercambio con estos países, y fue muy útil poder conocer esas realidades, y poder pensar cómo integrar esas experiencias al proceso que estábamos viviendo en Chile.
Más información sobre la acción: Elaboración de proyecto de ley de cambio climático para Chile: Incorporación de la gobernanza subnacional