El fenómeno de El Niño puede alcanzar una intensidad "muy fuerte" durante los próximos meses, advirtió el ministro de Agricultura y Riego de Perú, Juan Manuel Benites.
Dicho fenómeno azota Perú desde julio, cuando 14 regiones fueron declaradas en emergencia, lo que permite planificar gastos no previstos en el presupuesto público para la limpieza y descolmatación de los ríos del norte del país. El Comité Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (ENFEN), el órgano estatal especializado en el tema, evalúa la probabilidad de que el evento climático pase de “fuerte” a “extraordinario”, lo que tendría consecuencias devastadoras a partir de diciembre —el verano austral—, como ya ocurrió en 1983 y 1997.
“El Niño es el calentamiento anormal y sostenido de la superficie del Océano Pacífico. Provoca intensas lluvias y, aunque es un fenómeno recurrente, no es periódico a escala interanual”, afirma Ken Takahashi, coordinador técnico del Comité Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (ENFEN). El científico explica que el oceáno frente la costa peruana es frío para su latitud (unos 17 grados de media), debido a los vientos que mueven las corrientes oceánicas. El fenómeno se considera “moderado” cuando el aumento de la temperatura del aire y el mar es inferior a 1,7 grados; “fuerte” si oscila entre 1,7 y 3; y “extraordinario” si supera los 3.
Indicó que su comité no puede descartar aún que El Niño del próximo año cause episodios de inundaciones similares a los ya vividos en 1982 y 1997. "El fenómeno nos está avisando con bastante tiempo, es difícil saber cómo va a terminar". La intensidad del fenómeno se conocerá con mayor claridad en noviembre.
Si a partir de diciembre, cuando llegue el verano austral a Perú, la temperatura del mar llega a alcanzar los 26 grados centígrados, la densa capa de humedad y el aire frío que suele haber en la costa peruana ascenderán, lo que podría desatar, como ya ocurrió en años anteriores, lluvias extremas, inundaciones, deslizamientos, erosión y desalinización, explicó Takahashi.
El coordinador técnico del ENFEN opina, sin embargo, que El Niño actual no es como ninguno de los fenómenos anteriores considerados fuertes (1983 y 1997). “Este año sí hay condiciones para un Niño extraordinario”, afirma. Además, Takahashi aclaró que la magnitud del fenómeno climático en el Pacífico central (conocida por los científicos como la zona 3.4) puede ser diferente, más o menos intensa, que en la costa de Sudamérica (la zona denominada 1+2).
Reacciones
Anticipándose a la llegada del fenómeno, el Gobierno Peruano tiene como estrategia la limpieza y ampliación de lechos y cauces de los ríos y riachuelos, proyectos de infraestructura hidráulica y defensas ribereñas. En la cordillera de los Andes, los trabajos se centran en la creación de infraestructura de riego menor, proteger la agricultura familiar y la reposición de fondos de la ganadería de alpacas. Asimismo, en la Amazonía, se impulsará la inversión forestal y la renovación de plantaciones de café y de cacao, además de dar prioridad a la clasificación de suelos.
Por otra parte, el 25 de agosto el ministro de Agricultura de Perú presentó ante la comisión de Agricultura del Congreso Peruano para explicar las acciones de prevención programadas por su sector. Estos solo mitigarían los impactos de las lluvias torrenciales que se espera que cause El Niño. Se explicó que el dinero que iba a ser invertido en la participación peruana en el Dakar, ahora será destinado a la ejecución de obras para proteger a la población frente a dicho fenómeno.
Asimismo, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) anunció que el Perú no participará en los eventos del Dakar Series 2015 y Rally Dakar 2016, debido al Fenómeno de El Niño.
El evento automovilístico del próximo año tenía previsto comenzar el próximo 3 de enero en las playas de Lima y recorrer los departamentos de Arequipa, Ica y Puno.
Con información de La República (Perú) y El País (España).