El jueves 18 de junio, la Iglesia Católica presentó la primera encíclica del papa Francisco. En ella, se afirma que la ciencia es clara respecto al cambio climático y que éste es un asunto moral para la iglesia católica. Hay que afrontar el cambio climático, sostiene, para proteger tanto a las poblaciones más vulnerables como al planeta.
Al respecto, el Papa Francisco pidió a los católicos de todo el mundo unir fuerzas en la lucha contra el cambio climático. El título de la encíclica, "Laudato Si" ("Alabado seas" en latín), es una referencia a una oración de San Francisco, de quien el Pontífice tomó su nombre papal y quien está considerado como el santo patrón de la ecología.
El documento papal llega a pocos meses de que los gobiernos se reúnan en la conferencia de la ONU sobre cambio climático de París, en la que suscribirán un acuerdo universal para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura media global supere los 2°C.
Antes de esa conferencia, las naciones del mundo se reunirán en Nueva York, en septiembre, en la Asamblea General de la ONU para acordar una nueva serie de objetivos de desarrollo sostenible. Estas dos citas están interconectadas y se espera que pongan al mundo camino de un futuro sostenible en el que el crecimiento no esté asociado con la contaminación y la degradación ambiental.
La encíclica
La encíclica del Papa sobre el medio ambiente es una llamada moral para la acción sobre la eliminación gradual del uso de combustibles fósiles.
Pero también es un documento con una preocupación por los pobres, señalando a la indiferencia de los poderosos y subrayando de que la humanidad está en peligro después de 200 años de mal uso de los recursos.
"El cambio climático es un problema mundial con graves consecuencias: ambientales, sociales, económicos, políticos y de la distribución de bienes", dice la declaración papal. "Representa uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad en nuestros días."
La encíclica, que ahora se puede considerar la posición oficial de la Iglesia Católica sobre el medio ambiente, incluye una guía práctica. El Papa Francisco rechaza "soluciones simples" al cambio climático, como los sistemas de límites máximos y comercio, que según él dan lugar a la especulación dañina. También rechaza cualquier sugerencia de que la población aumenta el daño al medio ambiente y por lo tanto debe ser controlada, y se resiste a hacer ningún juicio sobre los alimentos modificados genéticamente.
Además, la encíclica papal señala que el cambio de costumbres que pide incluye la decisión de sustituir el uso de los combustibles fósiles y el desarrollo en su lugar de las fuentes de energía renovables para reducir las emisiones de gases contaminantes.
Agua, bioversidad y océanos
La encíclica del Papa no solo aborda las causas y consecuencias del cambio climático. También se adentra, y concreta, otros problemas medioambientales.
Agua. Se advierte de la pérdida de calidad de las aguas, de la contaminación de los acuíferos y de los problemas de acceso a este recurso en África. Además, "el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos".
Biodiversidad. "La pérdida de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios". El Papa habla de la "alerta" que despierta conocer la "la extinción de un mamífero o de un ave, por su mayor visibilidad". Pero añade: "para el buen funcionamiento de los ecosistemas también son necesarios los hongos, las algas, los gusanos, los insectos, los reptiles y la innumerable variedad de microorgamismos". También critica la deforestación de los "pulmones del planeta", como la Amazonía o la cuenca fluvial del Congo.
Océanos. "El problema creciente de las aguas contaminadas y de la protección de las áreas marinas más allá de las fronteras nacionales sigue representando un desafío importante", opina el Papa. "Tenemos que acordar esquemas de gobernanza para el conjunto de lo que se suele llamar los bienes comunes mundiales", propone. También alerta en su encíclica de los problemas de las barreras de coral, que "hoy ya son es estériles o están en un continuo estado de declinación".
Reacciones
Al respecto de la publicación de la encíclica, la Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Christiana Figueres, ha dicho que: "La encíclica del Papa Francisco subraya que actuar frente al cambio climático es un imperativo moral para ayudar a las poblaciones más vulnerables del planeta, proteger el medio ambiente y fomentar un desarrollo sostenible. Esta clara llamada debería guiar al mundo para que de París a finales de este año salga un acuerdo climático universal duradero y fuerte. El imperativo económico junto al imperativo moral no dejan lugar a dudas de que debemos actuar ya frente al cambio climático."
El Comisario Europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, señaló que "Concuerdo con el Papa Francisco que la acción por el clima es también una acción moral, y necesitamos estar unidos globalmente en el cambio climático ante la COP21".
Nicholas Stern, economista inglés autor del Informe Stern sobre cambio climático, señaló: "La publicación de la encíclica del Papa es de enorme importancia. Ha demostrado una gran sabiduría y liderazgo. [...] Son las personas pobres de todo el mundo las que son más vulnerables a los impactos del cambio climático, como la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos. Y las decisiones que tomamos sobre la gestión de los riesgos del cambio climático es un asunto no sólo para nosotros, sino también para nuestros hijos, nietos y futuras generaciones".
Por último, el Presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, ha dicho lo siguiente: "El lanzamiento de la primera encíclica del Papa Francisco debe servir como un duro recordatorio para todos nosotros sobre la relación intrínseca entre el cambio climático y la pobreza. Sabemos lo científico, empresarial y económico influye en la lucha contra el cambio climático y saludo el énfasis del Papa en nuestra obligación moral de actuar."
Con información de The Guardian, El País, EFE Verde y UNFCCC.