El Secretario Ejecutivo de la UNCCD, el Sr. Luc Gnacadja, solicitó a los líderes mundiales que fomentaran los métodos efectivos del uso de la tierra para mitigar la sequía y combatir la degradación de suelos. La tierra crea una productividad biológica que genera vida y el área realmente productiva es muy limitada.
En la actualidad se estima que un 30% de la superficie terrestre es adecuada para la agricultura, pero un 70% de esta área sufriría una o más restricciones del suelo y terreno, dejando sólo un 12-14% de área realmente arable. Por lo tanto, es importante considerar que la superficie productiva terrestre representa un área finita y un recurso que debe utilizarse con extremo cuidado para conservar su potencial productivo. Será necesario conservar este recurso en el mejor estado posible para alimentar a los 9.000 millones de personas que se esperan para 2050.
Consciente de esta necesidad, y adelantándose a Rio+20, la UNCCD pretende establecer unos objetivos de desarrollo sostenibles sobre el uso de la tierra, mediante el lanzamiento del difícil objetivo consistente en alcanzar un índice neto cero sobre la degradación de suelos hasta 2030, e implementar políticas de sequía en 2020. Los suelos son el recurso no renovable más importante en el sistema de la tierra bioproductiva para garantizar el agua, la energía y la seguridad de los alimentos para las generaciones presentes y futuras. El uso adaptado de la tierra puede generar resistencia contra las perturbaciones climáticas y la incidencia cambiante de los fenómenos extremos, como la sequía. Por tanto, la protección de la tierra y el suelo y, el seguimiento y la prevención de la sequía deben integrarse en las estrategias políticas para poder alcanzar estos objetivos.
El reconocimiento de la necesidad de proteger los suelos y el aumento de la concienciación sobre su importancia se confirman mediante varias iniciativas internacionales lanzadas en los últimos años, como la Alianza Mundial para el Suelo, el Foro Mundial del Suelo y el Mapa Mundial del Suelo. También puede observarse la reactivación de este interés en la aparición cada vez más frecuente en los medios de comunicación de las cuestiones relacionadas con el suelo. El creciente interés en el “uso de la tierra” y el “sellado de suelo” en la sociedad civil y entre los ciudadanos representa una demostración clara de un cambio en la percepción del valor de la tierra y del suelo: de bienes privados a recurso global.
Ahora este aumento de la concienciación sobre el suelo debe verse reflejado en un incremento de la prioridad de la protección del suelo en la agenda política a nivel internacional, nacional y local. Durante este proceso será necesario considerar las amenazas nuevas y las existentes para el suelo y la tierra, como los problemas derivados de los cultivos de biocombustibles y la disminución de la biodiversidad del suelo. Reforzar el conocimiento sobre el suelo, como establece el segundo pilar de la Alianza Mundial para el Suelo, es también un paso necesario para lograr una protección del suelo efectiva.
Las complejas interacciones de los procesos biofísicos y socioeconómicos que causan la degradación de suelos, así como las opciones de mitigación, se comprenden cada vez mejor, y el conocimiento científico se ha incrementado rápidamente durante los últimos 15 años. La degradación de suelos presenta características muy locales, pero ahora sabemos que estas son muy similares en su temática en todo el mundo, por lo que se están desarrollando métodos reproducibles de evaluación global. Los esfuerzos realizados por los socios de EUROCLIMA están contribuyendo a la creación de dichos métodos.
El Centro Común de Investigación, con el fin de captar este progreso y abordar el creciente interés y la concienciación sobre la degradación del suelo tanto a nivel científico como en la toma de decisiones, está coordinando a nivel mundial y en colaboración con numerosos socios, incluido EUROCLIMA, la recopilación de un Nuevo Atlas Mundial de Desertificación. Este atlas, que incluye un sistema de información basado en Internet, se fundamenta en nuevos conceptos para afrontar el reto de la escala y trata de ilustrar el estado de la evaluación integrada.
El programa EUROCLIMA contribuye al seguimiento y evaluación del estado y las tendencias de la degradación de la tierra y el suelo en América Latina mediante la elaboración de un inventario de los niveles de datos existentes útiles y el desarrollo de productos vía satélite para evaluar la evolución a largo plazo de la dinámica del ecosistema y el posible impacto de las transiciones fundamentales del uso de la tierra. Esta información estará disponible al igual que el Atlas de Suelos de América Latina y contará con un servidor de Internet interactivo para los niveles de datos y los productos integrados sobre la degradación de suelos y la sequía.
Mirando aún más hacia el futuro, Rio + 20 puede establecer e implementar la definición de objetivos concretos y factibles sobre la protección de la tierra y el suelo, y las políticas de sequía. Las actividades de la tierra, el suelo y la sequía en el marco del programa EUROCLIMA están totalmente dirigidas a contribuir en su realización para que nuestras futuras generaciones aprecien y se beneficien de nuestros esfuerzos en la lucha por preservar el planeta.