La participación de los pueblos indígenas en la acción climática es ampliamente reconocida como un elemento crucial para formular políticas incluyentes y efectivas. Ello no sólo se debe a que los pueblos indígenas reciben impactos relativamente mayores, resultantes de los efectos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, sino también porque poseen conocimientos, tecnologías y prácticas tradicionales para la mitigación y adaptación ante el cambio climático.