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Webinar realizado el 23 de junio, 2021.
En América Latina y el Caribe (ALC) se generan en promedio alrededor de 1 kilogramo diario de residuos per cápita. La cobertura de la recolección de residuos en la región es alta en comparación con la media mundial. A nivel urbano se recolectan cerca del 85% de los residuos; no obstante, las cifras varían significativamente de un país a otro, desde más del 95% en ciudades de Uruguay y Colombia, a solo el 12% en Puerto Príncipe (CEPAL, 2020). Menos del 75% de los residuos urbanos se depositó en rellenos sanitarios y más del 20% fue a vertederos abiertos (PNUMA, 2018). Por otro lado, en la región se recicla solo el 4% de los residuos sólidos urbanos, lo que contrasta con lo que ocurre en países en que la cifra llega al 20%. Todo ello son rasgos característicos de un estilo de desarrollo insostenible.
La economía circular busca preservar el valor de los materiales y los productos durante el mayor tiempo posible, para reducir al mínimo la generación de residuos y cerrar su ciclo de vida, en contraposición con el paradigma dominante de la economía lineal de producción-consumo-eliminación. Promover la circularidad implica diseñar y fabricar productos que tengan una vida útil más extensa y que puedan actualizarse, repararse, reutilizarse, reacondicionarse o remanufacturarse. También supone impulsar políticas de ecodiseño que permitan hacer un uso mínimo de recursos, aprovechar recursos secundarios y reciclar materiales de alta calidad. Conlleva además combatir la obsolescencia programada y homogeneizar elementos de diseño, por ejemplo, construir cargadores universales para los aparatos eléctricos y electrónicos.
En ALC, la aplicación del concepto de economía circular es un aspecto todavía incipiente. Por su parte la Unión Europea (UE) lidera las acciones en materia de economía circular y ha puesto en práctica un programa para convertirse en una economía eficiente en cuanto al uso de los recursos y con bajas emisiones de carbono (Comisión Europea, 2019). Esto tendrá repercusiones en los países con los que la UE coopera de manera estrecha como los de ALC. En este marco, existe una oportunidad para que en ALC se diseñe y fortalezca una estrategia propia de crecimiento circular.
A los efectos de desarrollar la economía circular en la región es necesario modificar las políticas públicas, la regulación, los sistemas de gestión, las finanzas públicas, las inversiones, los sistemas de financiamiento y las capacidades en todos los países. Se deben abordar todas las etapas: la productiva, la del consumo y la de disposición final de los residuos. La mayoría de las iniciativas que hay en la región están asociadas a la gestión tradicional de los residuos y deberían tener una visión más integral que permitiera abordar en mayor medida los aspectos y sectores que atañen a la economía circular. Algunas políticas que van en línea con una mayor inserción de la economía circular destacan la creación de normas sobre el uso de los insumos a lo largo del ciclo de producción (eficiencia, compatibilidad, reciclabilidad y otros), en que se prohíban las sustancias tóxicas y las de escasa reutilización; el fortalecimiento de la Responsabilidad Extendida del Productor; el fomento de la innovación; la sensibilización de los consumidores sobre el impacto que sus pautas de consumo y desecho tienen en el medio ambiente; la introducción más fuerte de sistemas de ecoetiquetado; la actualización de las leyes del consumidor y el fomento del uso compartido de aparatos y productos; el impulso a la inversión en los sistemas de gestión de residuos y el fomento de alianzas y pactos regionales y subregionales, como los estándares y los etiquetados comunes, que permitan aumentar la escala y el impacto de las acciones, y mejorar el control en los puertos y aduanas.
A pesar de ser aún incipientes, las acciones relativas a la economía circular han ganado terreno en los últimos años. En efecto, en el marco del Foro de Ministros de Medio Ambiente de ALC realizado en febrero de 2021 se lanzó la ""Coalición de economía circular de ALC"". La economía circular contribuye al esfuerzo global para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 12 sobre Producción y Consumo Sostenibles, pero también el ODS 13 de Acción por el Clima. La economía circular juega además un rol fundamental en el objetivo de carbono neutralidad, requerido por la ciencia. Se estima que si bien el cambio a las energías renovables podría reducir las emisiones en un 55%, el 45% restante podría abordarse con la economía circular (Fundación Ellen MacArthur, 2019). Adicionalmente, la gestión estratégica de los residuos sólidos tiene el potencial de tener efectos positivos en lo económico y social. En efecto, si el sector de los residuos y el reciclaje de ALC se desarrollara para que fuera un sector clave y tuviera una tasa de reciclaje de residuos municipales equivalente a la de Alemania, podría contribuir a la reactivación económica verde: se crearían casi 450.000 empleos estables y el PIB de la región aumentaría un 0,35% (CEPAL, 2020).
Con el objetivo de explorar los avances que América Latina y el Caribe ha logrado en materia de economía circular, compartir experiencias entre los países y discutir sobre los principales desafíos en la política pública para avanzar hacia una mayor inserción de la economía circular, la CEPAL, la Presidencia de la COP25, y el Programa EUROCLIMA+ realizarán el próximo miércoles 23 de junio de 2021 el evento virtual “avances hacia una economía circular en América Latina y el Caribe: desafíos y oportunidades para lograr un estilo de desarrollo más sostenible y bajo en carbono”. El evento está dirigido a las autoridades nacionales de ALC que trabajan en economía circular y los Puntos Focales Nacionales del Programa EUROCLIMA+.
Le invitamos a ver este webinar:
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Título: | Avances hacia una Economía Circular: desafíos y oportunidades para lograr un estilo de desarrollo más sostenible y bajo en carbono |
Autor: | Cepal y UNEP |
Año: | Junio 2021 |